Una nueva vida comienza
La fecundación
El óvulo posee una membrana celular exterior que lo protege y que puede
ser atravesada por más de un espermatozoide a la vez. Pero, al interior
del plasma celular del óvulo penetra el espermatozoide dominante tal
como se ve en la última imagen.
En ese momento, ocurre algo extraordinario en el lapso de unos minutos,
la composición química de la pared del óvulo cambia, cerrando el paso a
todos los otros espermatozoides. La razón es obvia: más de una serie de
cromosomas sería un desastre para el óvulo.
Al principio el núcleo del óvulo y el del espermatozoide se encuentran
alejados el uno del otro, pero poco a poco se aproximan y acaban por
fundirse. Entonces se disuelven las paredes nucleares, y todo el
material genético queda en el plasma celular del óvulo.
La primera división celular
Unas 12 horas después de la fusión de los cromosomas, se produce la
primera división celular. El óvulo tiene ahora dos células, cada una de
las cuales contienen genes de la madre y del padre. Se va moviendo
lentamente hacia el útero, impelido hacia delante por millones de cilios
de la trompa de Falopio. Cada 12 o 15 horas, las células se dividen de
nuevo.
Continúa la división celular
Las células que se multiplican rápidamente, permanecen en el interior
de una membrana gelatinosa del óvulo original. Cuando llega al útero, la
mórula desarrolla un centro hueco lleno de líquido y recibe el nombre
de blastocito. Este racimo creciente de células flota durante 2 o 3 días
en el nutriente líquido uterino. Luego pierde su membrana exterior y se
prepara para el contacto directo con el útero. En ese momento ya se ha
dividido en unas 150 células que se diferencian y separan en dos partes:
las internas que formarán al bebé y las células externas que formarán
la placenta y el saco amniótico.
Las primeras doce semanas
Desde el momento de la concepción el nuevo ser humano ya posee toda la
información genética que determina sus características físicas, tales
como el color del pelo, el sexo, la estructura ósea, etc. Sólo
necesitará tiempo, alimentación y un ambiente adecuado para su
crecimiento y desarrollo.
- Su corazón comienza a latir entre los 18 y 25 días
La base del sistema nervioso se establece alrededor de los 20 días, a
los 42 días el esqueleto está completo y hay reflejos, y a los 45 días
se pueden registrar los impulsos eléctricos de su cerebro.
El embrión
Tres semanas después de la concepción, el embrión humano mide unos 2mm
de largo. Los genes comienzan a concentrar el desarrollo en 3 capas
germinales de las que emergerán todos los órganos corporales. La capa
germinal exterior, la piel del embrión, está hendida por la acanaladura
del tubo neural. El abultamiento de arriba es el rudimentario
prosencéfalo. Las zonas más pálidas corresponden a las células nerviosas
primitivas, las primeras del ser humano. Debajo puede vislumbrarse el
rudimentario corazón (que ya empieza a latir), los arcos braquiales y el
oído interno. El tubo neural está abierto por arriba y por abajo, pero
cerrado por el medio.
4 Semanas
A las 4 ½ semanas el embrión ya mide unos 6mm. A cada lado del surco
neural, a partir de la capa media, se han formado 40 bloques óseos
llamados somitos. 32 o a veces 33 de estos bloques se convertirán en
vértebras, mientras que la cola regresa gradualmente. Por detrás del
rudimentario ojo se ven los arcos braquiales y el corazón; son también
evidentes los primordios del brazo y la pierna.
Cinco Semanas
A las cinco semanas de la concepción, el corazón y el hígado son
enormemente grandes en relación con el cuerpo. Las manos y los pies son
aún meramente unos pequeños primordios. Mide unos 10 mm de largo.
Durante la quinta y sexta semana, la cara, el tronco y las extremidades
continúan creciendo. La cabeza se endereza. No existen aún huesos
craneales, lo que permite ver el interior del cerebro embriónico. Los
brazos y las piernas son hasta ahora extremadamente cortos y los pies
están empezando a tomar forma.
Seis Semanas
Seis semanas después de la fertilización del óvulo, el corazón late
produciendo unos 140-150 latidos por minuto. La sangre es bombeada a
través del cordón umbilical y todo el embrión está constantemente en
movimiento. En el saco vitelino, se producen tanto los hematíes como las
células madre de los leucocitos del sistema inmune. El embrión tiene su
propia sangre separada de la de la madre. En la placenta, los torrentes
sanguíneos embriónico y materno se unen sin que se mezcle la sangre y
se produce la oxigenación, intercambio de nutrientes y de productos de
desecho.
En este momento, y ya con 15 mm de largo, la médula espinal –aunque no
el esqueleto- puede vislumbrarse al mirar al feto de espaldas. Gruesos
vasos sanguíneos –las dos arterias vertebrales- descienden a ambos lados
de la médula espinal
Ya en la séptima semana las células nerviosas cerebrales han comenzado a
tomar contacto unas con otras por medio de proyecciones y algunas,
incluso, se han conectado en haces nerviosos primitivos. Cada minuto son
creadas 100.000 nuevas células nerviosas.
Ocho Semanas
Cuando el embrión tiene 8 semanas, su longitud es de 4cm y pesa unos 13
gramos (excluyendo los órganos auxiliares); pero lo más importante es
que en el interior de este diminuto cuerpo todos y cada uno de los
órganos están en su sitio. Durante los próximos meses los órganos
evolucionan y se expanden continuamente.
A las 8 semanas se le puede hacer un electrocardiograma y detectar los
latidos de su corazón. Si se le pone un objeto en la mano, lo agarra y
sostiene. Se mueve en el líquido amniótico como si fuera un nadador
innato.
Nueve-Diez Semanas
A las 10 u 11 semanas, ya mide 3-3 ½ cm desde la cabeza hasta la cola;
el feto dispone aún de suficiente espacio y se encuentra cálido y
confortable en el líquido amniótico. Su cuerpo da sacudidas y se mueve,
tiene hipo y flexiona los brazos y las diminutas piernas, comprobando
sus recién descubiertas habilidades. El saco vitelino, a la derecha de
la figura, en forma de globo, sirve a sus fines hasta la 11ª semana del
embarazo, cuando el hígado, el bazo y la médula ósea se hacen cargo de
la producción.
A las nueve o diez semanas entreabre los ojos, traga, mueve la lengua, y
si se le toca la palma de la mano, hará un puño. Entre las once y doce
semanas se chupa vigorosamente el pulgar y aspira el fluido amniótico.
A las 10 semanas ya posee huellas digitales, el cerebro y todos los
órganos del cuerpo ya están presentes. Durante esa etapa, si hacemos
cosquillas en la nariz del bebé, éste moverá la cabeza hacia atrás para
alejarse del estímulo.
Doce Semanas
El feto crecerá unos 5 a 10 cm durante el cuarto mes. Su peso en este
momento es de unos 20 g. La cara se desarrolla muy deprisa y hacia las
11 o 12 semanas comienza a tener rasgos humanos. Los órganos y sistemas
orgánicos están cada vez más interconectados, y el cerebro y las
vesículas cerebrales comienzan a desempeñar un papel importante.
La placenta está tan bien desarrollada que todas las hormonas necesarias para el embarazo son ahora formadas por sus células.
A las 12 semanas, etapa durante la cual se llevan a cabo la mayoría de
los abortos, su cuerpo está completamente formado, sus órganos ya están
funcionando y puede sentir dolor.
Dieciséis Semanas
Los rasgos faciales comienzan a perfilarse: la frente crece, con los
vasos sanguíneos que parecen hebras, totalmente visibles bajo la piel
transparente. En los dedos empiezan a aparecer los lechos unguenales, y
los brazos son lo suficientemente largos como para que las manos puedan
unirse la una a la otra.
Los ojos, que para la semana 13 ya están bien desarrollados, están
cerrados y no volverán a abrirse hasta que el feto tenga siete meses. No
se sabe si el feto puede ver en el interior del útero, pero sí se sabe
que sus ojos son sensibles a la luz. Si un médico examina un feto hacia
la mitad del embarazo usando un fetoscopio con un dispositivo luminoso,
el feto trata de proteger sus ojos de la luz con las manos.
Dieciséis-Dieciocho Semanas
El feto es cada vez más expresivo, gira la cabeza, mueve la cara, puede fruncir el ceño y hace movimientos respiratorios.
El feto puede empezar a oír en algún momento entre el cuarto y quinto
mes, y puede ser estimulado e irritado por los sonidos. A medida que
progresa el embarazo, el feto puede discernir cada vez más variaciones
de los sonidos y su cerebro puede interpretarlos. En particular, los
ruidos del intestino y el estómago de la madre, el ruido del flujo de
sangre a través de los vasos sanguíneos y sus propios latidos, son
sonidos que penetran en el útero desde el exterior.
En el tercero o cuarto mes, la mano del feto ya puede asir y el pie
patear, aunque la madre no pueda notarlo. A partir de las semanas 18-20
los movimientos comienzan a ser lo suficientemente grandes como para que
la madre pueda sentirlos a través de la pared abdominal. En la semana
17 pueden verse ya las uñas.
A las 16 semanas, con sólo 12.5 milímetros de largo, el niño puede usar
las manos para agarrar, puede nadar y hasta dar volteretas.
A las 18 semanas el niño es activo y energético, flexiona los músculos,
da puñetazos y patea, ahora la madre siente sus movimientos.
Antes del avance de la ciencia moderna, alguien dijo que en esta etapa:
la edad de la "actividad", la vida se iniciaba. Sin embargo, el
desarrollo real del niño empezó en la concepción, 18 semanas antes.
Mientras va creciendo dentro de la madre, el niño se desarrolla
separadamente de ella, con su provisión y tipo de sangre individual y
distinta de la de la madre. La vida del niño no es la vida de la madre,
sino una vida separada e individual.
Diecinueve-Veintidós Semanas
El feto comienza a moverse hacia la octava semana de embarazo, y
continúa haciéndolo hasta su nacimiento. Durante mucho tiempo sus
movimientos comprenden reflejos primitivos en los brazos y las piernas,
pero en el quinto mes los movimientos fetales se hacen más deliberados y
coordinados. Esto es un signo de que las fibras nerviosas están siendo
conectadas.
A esta altura mide unos 24-25 cm y pesa unos 340gramos.
Veintitrés-Veintiséis Semanas
Los primeros signos de pelo aparecen hacia el tercer mes. Alrededor de
los seis meses, todo el cuerpo del feto aparece cubierto por un vello
suave, llamado lanugo. El lanugo se desprende y desaparece antes del
nacimiento; y es muy poco lo que se sabe de su importancia. Posiblemente
los pelos sirven para retener la grasa cutánea protectora que otorga
una protección contra las infecciones cutáneas.
Los músculos y los órganos del bebé crecen rápidamente y las células del
córtex del cerebro involucradas en el pensamiento consciente empiezan a
madurar. El ciclo de estar despierto o dormido está bien establecido.
Veintiséis-Veintiocho Semanas
La mano es ya una diminuta y exquisita obra de arte. El feto mueve y
ondea sus brazos. Un dedo que toca los labios precipita el reflejo de
succión.
Si el niño nace prematuramente, tiene posibilidades de sobrevivir llevando una vida normal.
Del quinto al noveno mes
Al llegar el quinto mes ya ha transcurrido la mitad del embarazo. El
feto mide aproximadamente 30 centímetros de largo. La madre ya siente
sus movimientos. El feto puede reaccionar dando un salto, a los ruidos
altos o alarmantes.
Durante el sexto mes comienzan a funcionar las glándulas sebáceas y
sudoríparas. La delicada piel del bebé en desarrollo, está protegida del
fluido amniótico que le rodea mediante un ungüento especial llamado
vernix caseosa.
Durante el séptimo mes el bebé ya utiliza cuatro sentidos: el de la
vista, el del oído, el del gusto y el del tacto. También puede reconocer
la voz de su madre.
Durante el octavo mes la piel comienza a hacerse más gruesa, tiene una
capa de grasa almacenada debajo de ella con el fin de proteger y
alimentar al bebé. Los anticuerpos se están desarrollando cada vez más.
El bebé absorbe casi cuatro litros de fluido amniótico por día; el
fluido es reemplazado completamente cada tres horas.
Hacia el final del noveno mes el bebé está listo para nacer. El término
promedio de un embarazo es de 280 días desde el primer día del último
período de la madre, pero esto es algo que varía. La mayoría de los
bebés nacen entre el día 266 y el 294.
Ultimas Semanas
Durante los últimos dos meses en el útero, el feto desarrolla una capa
protectora de grasa sobre la dermis. Esto le aporta energía y ayudará en
la regulación del calor después del nacimiento. Su peso aumenta unos
200 gramos por semana. A medida que crece, los movimientos de rotación
se hacen menos frecuentes.
El cordón umbilical adquiere dimensiones impresionantes al final del
embarazo. Los vasos sanguíneos están embebidos en una sustancia firme y
gelatinosa que impide que se formen retorcimientos o nudos en el cordón
que pudiesen cortar el aporte sanguíneo.
La cantidad de líquido amniótico aumenta al final del embarazo, y en el
momento del alumbramiento hay entre 0,5 y 1,5 litros. Este líquido es
una solución estéril que se renueva rápidamente por medio de la
secreción de orina del feto. El feto traga líquido amniótico para hacer
que el canal alimentario practique sus funciones
Cuando llega este momento, normalmente el bebé pesa 3 ó 4 kilos, y su
corazón bombea 1140 kilos de sangre por día. Es ya totalmente capaz de
vivir fuera del vientre materno.
CARACTERISTICAS FISICAS DEL RECIEN NACIDO
Un recién nacido promedio, o neonato, mide cerca de 50,8 cms. y pesa
alrededor de 3,175 Kgs. En el momento del nacimiento, 95% de los bebes
pesan entre 2,200 y 4 Kgs, y miden entre 45,7 y 55,8 centímetros
(Behrman y Vaughab, 1983). El tamaño en el momento de nacer está
relacionado con factores tales como, raza, sexo, talla de los padres,
nutrición y salud de la madre; los varones tienden a ser un poco más
altos y pesados que las mujeres y es posible que un primogénito pese
menos en el momento del nacimiento que los que nazcan después. El tamaño
en el momento del nacimiento se halla relacionado con el tamaño durante
la infancia.
Durante los primeros días los neonatos pierden el 10% del peso del
cuerpo, primordialmente debido a la pérdida de fluidos; cerca del quinto
día, empiezan a recuperarlos y, generalmente, lo han logrado totalmente
entré el décimo y decimocuarto día. Los bebes livianos pierden menos
pesos que los pesados, y los primogénitos menos que los que nacen
después.
La cabeza del neonato puede ser alargada y deforme debido al
moldeamiento que facilitó su paso por la pelvis de la madre. Este
moldeamiento temporal fue posible debido a que los huesos del cráneo del
bebé no están fundidos todavía y no estarán totalmente unidos durante
18 meses.
Los recién nacidos son bastantes pálidos, incluso los bebes de raza
negra que más tarde serán más oscuros tienen un aspecto rosáceo debido a
la delgada piel que escasamente les cubre la sangre que fluye a través
de los diminutos capilares. La vernix caseosa (barniz con aspecto de
queso), cubierta grasosa que protege a los recién nacidos contra las
infecciones, se seca en algunos días; Así mismo, algunos neonatos son
muy velludos, pero en pocos días el lanugo, la peluda prenatal, se cae.
Las etapas del desarrollo del niño (LACTANTES)
PRIMER MES
Los cinco sentidos del niño se encuentran preparados para recibir
estímulos y procesar informaciones. Pero al principio el bebé no conoce a
su cuerpo. Reconoce a su mamá por el olfato y no tarda en "verla" con
su mirada. En esta etapa el bebé no ve con nitidez. Apenas consigue ver
sombras a una corta distancia de no más que medio metro.
Su respiración es algo ruidosa e irregular. Duerme la mayor parte del
día y de la noche. Y nadie puede sustituir la presencia de su mamá. La
reconocerá por su olor. El bebé descubre en esa etapa que el llanto es
su único y por lo tanto su mejor recurso para conseguir atención. La
cabeza del bebé es grande y pesa mucho. Poco a poco se va fortaleciendo
el cuello con lo cual se torna capaz de levantarlo cuando se lo ponen de
boca a bajo. Además, consiguen mover pies y manos.
El bebé ejercita sus reflejos. Consigue agarrar los dedos de sus padres e incluso tirar de ellos.
2 MESES
El bebé empieza a percibir algún que otro ruido y a emitir sonidos como
"eh" "uh". Puede mantener la cabeza erguida por más tiempo y le notas
mas espabilado y hábil. Usa el llanto para decir lo que quiere, como por
ejemplo, que tiene hambre o que no pare de moverle en el carrito de
paseo.
A partir de la quinta semana, se comunica con su primera sonrisa. Un
momento estimulante para él y sus papás. Muchos bebés consiguen sonreír
en respuesta a otra sonrisa. Cuando la madre u otra persona le dedique
tiempo para charlar, el bebé se reirá demostrando que le gusta. Pero el
llanto seguirá y puede que de una forma más fuerte en razón de los
cólicos.
En este segundo mes, la mayoría de los bebés consigue mover los ojos y
la cabeza para acompañar algún movimiento de objeto o de alguien. Seis
de cada diez bebés consiguen reconocer el rostro de la mamá.
3 MESES
¡Están preciosos! Empiezan a sumar pliegues por todas partes. Los brazos
y las piernas se quedan más rollizos. El sistema auditivo del bebé
madura. Él empieza a reaccionar a los ruidos abriendo mucho los ojos o
frunciendo la frente e incluso parando de mamar. La visión también
avanza en esta etapa. El bebé ya ve los colores. Además manifestará
afinidades o no con la persona que le coge en brazos.
El bebé descubre las manos. Las manos son sus nuevas herramientas en esa
etapa. Las mantiene muy abiertas y muchos bebés ya consiguen coger
algún objeto con más firmeza. Intentan tirar del pelo de sus papás.
Llegó la hora de trabajar la relación causa y efecto. El bebé aprende
que, aunque sin querer, él consigue provocar sonidos y ruidos a partir
un objeto si lo tocas o lo rozas.
4 MESES
Según algunas investigaciones, el bebé empieza a desarrollar su
sociabilidad. Ya no querrá estar solo. Y si eso ocurre, ni que sea por
un minuto, llorará mucho, hasta que vuelva a oír la voz de su madre. La
buscará girando la cabeza y los ojos.
Ahora, la mayoría de los bebés consigue coger lo que quiere para
moverlo. Ya son capaces de sujetar todo lo que esté más cercano a él.
Esta etapa se encarga de la coordinación entre las manos, vista y la
boca. El bebé será capaz de coger un juguete y de pasarlo de una mano a
otra sin que se le caiga. Le encantará jugar con los sonajeros, los
muñecos de peluche, y con el chupete. Cuando se encuentran acostado,
consiguen levantar las piernas e incluso dar la vuelta a un lado y al
otro. Los padres deben estar más vigilantes cuando lo deje en lugares
más altos como el cambiador o la cama de matrimonio. El bebé ya no para
de moverse.
Empezará a diferenciar los sonidos: la voz de mamá, la de papá, además los de la música que le gusta, etc.
5 MESES
Están cada día más espabilados. Ahora llevará todo a la boca para
probarlo. Empieza a lamer, morder y chupar todo lo que esté a su
alcance. Puede que dé la vuelta si lo dejas solo en la cama. Y ya
demostrará su deseo de coger a alguna cosa con más empeño.
Ya no sonríe a todos. Algo cambia en su comportamiento. Sonríe delante
de un rostro familiar bien como se muestra serio, miedoso o vergonzoso
en la presencia de personas a quienes no conoce. Su percepción se esmera
pues el bebé puede diferenciar una voz amable de otra menos amable y
reaccionar a ellas de distintas maneras. En esta etapa se empieza el
juego con los pies.
El momento en que se miran y se identifican en el espejo. Puede que se
asuste al principio, pero después querrá tocarlo y lamerlo, sonreír
delante de ello, y empezar a emitir toda clase de sonidos. Para él todo
será un juego alegre y divertido
6 MESES
En esta etapa el bebé conquista algunos movimientos de libertad. Gira la
cabeza con total facilidad buscando a una persona o un objeto, y sus
manos adquieren mas fuerza. Ahora el bebé ya estira los brazos para
pedir que su mamá le recoja en sus brazos, y puede perfectamente sujetar
el biberón con las dos manos, aunque todavía no lo consiga llevarle a
la boca. Lo que sí consigue llevar a la boca es el pie. Él asocia la
habilidad motora a la capacidad de acompañar con los ojos los
movimientos que hace con las manos.
A los seis meses, te sorprenderás cuándo el bebé conteste en forma de
gorjeo cuándo hables con él. El bebé se da cuenta de que tiene vida
propia. Empieza a comer papillas y a la vez, demostrar que no quiere que
le bañe o que le cambie el pañal, etc.
La visión del bebé ahora es igual que a la de un adulto. Puede que
balbucee, aunque sin significado algún, algunos sonidos parecidos a
"papá" o " mamá".
7 MESES
A los 7 meses de vida, el bebé estrena un período importante para su
desarrollo verbal. Puede entender el significado de algunas palabras
como el "no" o de algunos gestos como reírse y aplaudirle cuando él hace
algo bueno y correcto. Si vive en un ambiente en que haya mucha
comunicación entre los padres y con él, el aprendizaje del bebé será un
éxito. En caso contrario, su potencial verbal se verá desperdiciado. Los
bebés pasan a imitar la forma de hablar de sus papas. Y en algún
momento dirá "mamá" o "papá".
El bebé se sienta de una manera mas equilibrada y muestra determinación
cuando quiere determinado juguete que está fuera de su alcance.
Intentará de todas formas alcanzarlo. Observan dibujos e ilustraciones
en libros o revistas. Le interesará romper papeles más finos. Pero
cuidado pues intentará llevar todo a la boca.
El aparecimiento de los primeros dientes. En razón de eso, el bebé puede
presentar encías inflamadas, y consecuentemente babeará más y se
quedará mas irritado y nervioso.
8 MESES
¡Están para comérselos! Y muy movidos... Su mundo gira alrededor de los
juguetes. Juega a tirar a los objetos desde la tronita y a soltarlos en
el suelo, esperando a que sus padres los recoja. Intenta, de todas
formas, alcanzar a los juguetes que están debajo de la cuna o de algún
otro mueble. Y va a por el cómo sea.
A los 8 meses, son capaces de saludar y a despedirse con las manos.
Intenta imitar a sus padres con carantoñas, moviendo la cabeza por el
"sí" y por el "no", y consigue entender muchas cosas que le dicen.
Reconoce su propio nombre cuando alguien le llama y mira para quien lo
hizo.
El bebé está preparado para gatear aunque en muchos casos él apenas
consiga arrastrarse por el suelo. Se mueve girando, arrastrando la
tripita o el culete. Es el momento de reforzar la seguridad en la casa,
poniendo protectores en los enchufes, obstáculos en las escaleras,
llaves en los armarios, y mantener cualquier medicamento o producto de
limpieza muy lejos de su alcance.
9 MESES
Se nota un desarrollo en la parte motriz del bebé. Él empieza a juntar
el dedo pulgar al indicador para coger a objetos pequeños. Ese paso es
tan importante como el decir la primera palabra o empezar a caminar. Eso
quiere decir claramente que el bebé empieza una nueva etapa en su vida.
Que sus habilidades se están desarrollando positivamente.
Intenta decir palabras a través de balbuceos constantes. Le divierte oír
su propia voz e imitar el "no", el "si" de sus padres, las
"pedorretas", la tos, y chillados. El bebé tiene equilibrio necesario
para sentarse con mas facilidad y a gatear. Y ya se quedan de pie en la
cuna o en el parquecito o sujetándose en los muebles.
Identifica a todos los de la casa: papá, mamá, algún hermanito, e
incluso algún amiguito, porque ahora el bebé es capaz de guardar
imágenes en su memoria. Si le preguntas: "¿dónde está papá?, el bebé le
buscará girando la cabeza.
10 MESES
Están empezando a aprender cómo expresarse para demostrar lo que desean.
Para tal, usan el dedo indicador para apuntar algo que quiere, como por
ejemplo el chupete, el biberón, para decir que tiene "caca" en los
pañales, para que recojan algún juguete, etc., y para que sus deseos
sean atendidos llegan a decir "da". Pueden entender conceptos como
"aquí", "allá", "fuera", "dentro", y otros.
Pueden entender con mucha claridad cuando sus padres desaprueban su
comportamiento. Suelen expresar con mas facilidad sus sentimientos
sintiendo, por ejemplo, celos de su mamá por si ella coge algún otro
bebé en sus brazos.
En esta etapa, de una forma general, los bebés estarán gateando por toda
la casa. Ya recorrerán grandes distancias, cambiando algunos objetos de
lugar. Aquí empieza su etapa de investigación. Querrán abrir cajones,
armarios...y todo cuidado será poco. La emoción es fuerte. Juega con él
en el suelo, para contagiarle un sentimiento de confianza. En algún
momento su hijo se pondrá de pié y andará. Que no sea un proceso
acelerado. Déjele que busque él mismo su propio apoyo. No le transmitas
ansiedad o miedo. Tras un período de entrenamiento, él será capaz de
ponerse libremente de pie.
11 MESES
Muchos bebés estarán preparándose para andar. Ya se quedan de pie
apoyándose en las paredes, muebles o arrastrando un andador, sillas, o
cualquier objeto que consiga mover y le dé seguridad. Es la hora de
proteger las esquinas de las mesas, y de quitar cualquier objeto, como
los de cristales, que representen algún peligro al bebé.
Pueden imitar el sonido de algunos animales como el del perro, gato,
pato, etc. Estará más gracioso, aunque puede reaccionar con enfado si lo
contraría. Desea estar con otros bebés, pero aún no entiende el
significado de compartir su
s juguetes.
Según las reacciones que tengan los bebés en esa etapa de su vida,
algunos padres pueden supuestamente trazar la personalidad de su bebé.
Si él tiene un carácter impulsivo, observador, curioso, reflexivo,
inquieto, etc.
INFANCIA TEMPRANA:
1 AÑO
A esta altura, el bebé estará caminando (o casi). Al principio, él anda
de brazos abiertos para equilibrarse mejor. Hay que tener cuidado para
que en esa fase no haya ninguna caída importante ya que esta podría
hacer con que el bebé se vuelva miedoso para andar. Al aprender a
caminar, el bebé no para. Parece tener siempre "pilas" nuevas. Lo bueno
es que después de un día movido, él se dormirá mejor por las noches.
Pueden hacer cariño dando o tirando besitos con las manos. Se puede
notar que la sociabilidad del bebé crece bastante. Él no quiere estar ni
jugar solo. Aún depende mucho de sus papás para sentirse seguro. Y cada
día comprende mejor lo que le dicen, aunque su capacidad de hablar sea
limitada. Puede perfectamente decir su edad enseñando el uno con el dedo
indicador.
Alguna que otra rabieta puede surgir en esa etapa, debido a que el bebé
probará algo de independencia al transitar de un lado a otro. Eso le
dará más confianza y por lo tanto reaccionará con enfado delante de sus
propias limitaciones o de las impuestas por sus padres. |
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